Watchmen. Seguramente es la obra más conocida a nivel popular por la gente que no lee comics habitualmente. No es para menos. Sigue siendo una obra magna. Ambiciosa y cerebral (quizá demasiado), es uno de los esfuerzos más titánicos que se han hecho en el comic a la hora de aprovechar el enorme poder visual del mismo. Cada página es digna de un estudio estilístico y narrativo. Esta perfección formal, sin embargo, no resta fuerza a una historia increíble que nos habla de muchas cosas, entre ellas de los poderes ocultos que tejen el hilo de nuestra realidad. Y nos previene de los “salvadores” y los dictadores.
Batman Dark Knight Returns. Si Watchmen ofrecía una visión pesimista de los superhéroes, Miller, con esta obra, pretendía justo lo contrario. Una celebración del mismo. En esta a menudo malentendida obra se nos habla de recuperar el poder. De recuperar al individuo sometido por las instituciones. Ni más ni menos. Con un guión, dibujos y colores antológicos.
Daredevil Born Again. La otra gran obra maestra de Miller. Responde a la pregunta “¿qué pasaría si alguien lo perdiera todo de la noche a la mañana?” En mi opinión (y la de muchos otros), el mejor comic de todos los tiempos. Miller nunca ha negado la influencia en su trabajo de la filósofa Ayn Rand. Lo que hace que esta obra sea tan interesante a nivel conceptual es la mezcla entre esa exaltación del individuo tan randyana con una visión del héroe que a su vez se sacrifica por los demás. Una historia de caída y auge en el que el personaje vuelve a su esencia, a su verdadero ser. Impresionante y emocionante.
El Corazón del Imperio. Una de las obras cruciales de la ciencia ficción y lo mejor de Bryan Talbot. El tiempo no hace más que aumentar su valor. Una de esas obras que puedes leer cien veces sin cansarte.
La casta de los metabarones. El guión más brutal de Jodorowsky. Todas sus obsesiones sobre los problemas familiares y los conflictos psicológicos están aquí, revestidos de un extraordinario envoltorio de ciencia ficción. Si quieres saber lo que hubiera sido ese “Dune” que nunca llegó a realizar, quizá esto es lo que más se acerca. Una pasada.
Hacer Cómics. Para todo el que quiera bucear en las maravillas del lenguaje visual. Es la segunda parte de otro libro que causó furor, “Understanding Comics”. Aunque no tan famosa, esta segunda parte es aún mejor. Imprescindible para cineastas, artistas visuales, diseñadores y formadores.
Dreadstar. Del genio Jim Starlin, el creador de Thanos. Uno de los mejores guiones de la historia y probablemente uno de los mejores obras de ciencia ficción/ fantasía jamás realizada en cualquier medio. Starlin demostró que se puede hacer una historia adulta y dura con matices políticos y sociales usando el soporte del comic. La gran incógnita que produce esta obra es el relativo menosprecio con el que ha cargado a la hora de incluirla entre las mejores del comic por parte de la crítica. No así entre los aficionados. Una historia-río que empieza y acaba (los últimos números están inéditos en España) con un guión apoteósico y milimétricamente pensado. Una gozada.
Kafka. Robert Crumb. Uno de los primeros ejemplos de ensayo en comic. Esta obra es imprescindible por su perfecta narrativa a la hora de plasmarnos por una parte la historia de Kafka, y por otra una parte más ensayística en la que analiza el significado de sus obras. Los recursos que usa para abordar cada una de esas partes la convierten en una obra maestra.
Alice in Sunderland. El tiempo valorará en su justa medida la importancia de esta obra. Si la ponemos es porque, al igual que Kakfa, amplia los límites de lo que se puede hacer con un comic. Es otro extraordinario ensayo en forma de comic en el que a partir del personaje de Lewis Carroll, el autor va desenmarañando un gran ovillo en el que prácticamente nos cuenta la historia de Inglaterra. Impresionante. Una obra titánica.
Comanche. Un manual de cómo se hace un guión. De hecho, Greg fue uno de los mejores guionistas jamás habidos en cualquier medio. Un western adulto y profundo cuya influencia es básica tanto en el comic como en el cine.
Príncipe Valiente. La obra más elegante y mejor dibujada del comic. Sigue siendo un clásico indiscutible debido a que Hal Foster, además de ser un dibujante genial, era un guionista genial. No puede falta en ninguna librería.
Flash Gordon de Alex Raymond. Para el que quiera conoce de dónde viene Star Wars y gran parte de la estética fantástica posterior, cuya influencia podemos seguir viendo en el cine de forma recurrente. Una obra de arte por la que no pasa el tiempo, con el mejor dibujante de la historia del comic junto con Hal Foster.
Paracuellos. Para conocer una parte de nuestra historia. Estos comics, de narración impecable, es uno de los testimonios más duros y desgarradores de una época. Todavía más duros resultan hoy cuando parece que hemos avanzado tanto en cuestión de derechos frente a los abusos, físicos y psicológicos, en este caso, hacia los niños, que son los protagonistas de este tebeo.
Avenida Dropsie. Will Eisner. Considerada por muchos como una obra de arte, cuenta la historia de varias generaciones a través de un periodo de 100 años. La fluidez de la narración y la maestría en el dominio del lenguaje, unido a una historia impecable cuya hilo conductor es la historia de un barrio, convierte a esta obra en imprescindible.
Wanted. Mark Millar. Y muchas de las obras de este genial guionista. Son un ejemplo de cómo contar una historia, con todos los ingredientes necesarios para mantenerte con la boca abierta de principio a fin. El guionista de comics más llevado al cine. ¿Muy comercial? Sin duda. ¿Genial? Sin duda también.
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